16 may 2010

Entrada de Chema

ado que en historia siempre hablamos de occidente y la sociedad europea (incluyo a América), he elegido para mi entrada, para variar, hablar sobre Oriente, más concretamente Japón, y más concretamente aún sobre el código de conducta y deber japonés (de una forma light, que viene el verano y el solecillo).



La sociedad japonesa es muchas veces incomprensible para el extranjero, y esto es debido a tres grandes causas:

-La complejidad del código de valores de la sociedad japonesa 

-La complejidad del idioma (un auténtico trabalenguas para quien quiera aprender algo más que pedir una hamburguesa o preguntar dónde está una calle). 

-La gran cantidad de gente que escribe sobre Japón y los japoneses a partir de un viaje de 7 días por el recorrido estándar: Tokio, Kyoto, Osaka, Hiroshima y vuelta, vamos, como quien intenta escribir sobre el carácter español tras haber visto en 7 días Barcelona, Madrid y Bilbao. Pero hay otros peores, quienes escriben a partir de un artículo de un periódico, escrito previamente por otros como ellos.

Otro día podemos hablar sobre el idioma, pero hoy vamos a ver la primera causa (el código de valores).

Cuando uno ve las películas japonesas clásicas, las reacciones de los protagonistas suenan extrañas, como si todos estuvieran locos: Un ejemplo es  “Los 47 Ronin” (Ronin era un samurai sin señor a quien servir). Por agredir a una persona en el palacio del shogun (algo así como el general más importante, el que manda), su señor (daimyo) fue condenado a suicidarse (seppuku, conocido impropiamente en Occidente como harakiri).

Al encontrarse sin señor, los 47 samurai a sus órdenes se convirtieron en ronin. En vez de buscarse otro señor, se unieron para buscar venganza.

Esperaron año y medio –soportando la humillación, el deshonor y el hambre-  para que nadie sospechara de sus intenciones y finalmente vengaron a su señor, lo que les obligó a tener que suicidarse ellos también.

¿Por qué los 47 no dudaron en afrontar la muerte por vengar a su señor? El código de conducta les obligaba: faltar a ese código era peor que la muerte.

¿Se pueden contar en pocas palabras algunos de los principios del código de conducta? Ahí vamos.

En la sociedad tradicional japonesa hay muchas clases de obligaciones y de formas de enfrentarse a esas obligaciones (y pocos derechos).

La obligación recibida llama On: se reciben (se tienen, diríamos en Occidente) obligaciones de esta clase hacia:
-          El Mikado (el emperador): es la máxima y se llama Ko-On. Todos los demás On no significan nada ante éste. Por ello, si el Mikado ordena a alguien matar a sus padres, su esposa y sus hijos, no habría nada extraño en ello y quien recibiera la orden debería cumplirla.
-          Los padres: (siguiente en importancia) y se llama OyaOn (On hacia los padres)
-          Del señor: (por ejemplo del daimyo –señor feudal-  para quien trabajaban los 47 samurai): NushiOn
-          Del profesor: ShinoOn
-          De las relaciones ocurridas en la vida. Por ejemplo: alguien hace un favor a otra persona. Alguien hace un regalo a otra persona. La persona que lo recibe, además del favor o el regalo, recibe una obligación de corresponder, un On. No tienen nombre específico.



Para cumplir con el On, uno está obligado a hacer cosas, aunque no quiera. La obligación de cumplir con el On (o sea hacer cosas para satisfacer el On recibido) puede ser de varias clases según qué clase de On se haya recibido:

-          Permanente, perpetua e ilimitada: se le llama Gimu. Nunca nadie puede decir que ya ha hecho lo suficiente para no seguir obligado con el Gimu, ni aunque viviera 10.000 años. Tiene las clases:
  • Chu: deber hacia el Mikado
  • Ko: deber con los padres, los antepasados y los descendientes
  • Ninmu: deber con el propio trabajo (nadie, nunca, habrá hecho todo lo que debe para mejorar su propio trabajo y, por esta causa, no es raro que personas que han alcanzado las máximas maestrías en algo, se suiciden por su propia imposibilidad de mejorar.

-       Con equivalencia matemática al favor recibido y un tiempo de caducidad: se le llama Giri y tiene dos vertientes:
  • Hacia las demás personas (por ejemplo, al jefe en el trabajo, la familia política, parientes o personas que le han hecho un favor o regalo): Una persona que recibe un regalo o favor está obligado a corresponder con uno similar. Por ello, cualquier extranjero debe tener mucho cuidado para no regalar a nadie algo con un precio que le impida corresponder con un regalo similar. La afrenta por no poder corresponder a un regalo excesivo es muy grave.
  • Hacia uno mismo, con sus clases:
    • El deber de mantener un honor limpio (la reputación tiene un valor muy elevado), por lo que se pueden ver empresarios que se suicidan ante una quiebra.
    • el deber de no fracasar en el trabajo o los negocios y aprender siempre (la ignorancia se considera una afrenta).
    • el deber de cumplir con las normas sociales: por ejemplo respetar el protocolo social o reprimir las emociones en público.

Si se analizan todas las normas y obligaciones que tienen, se puede empezar a entender:

-    Algunas características de su carácter.
-    Cómo un pueblo que vive en unas pequeñas islas, carentes de cualquier recurso natural, pasó en 100 años de ser una sociedad feudal y agrícola (escasa) a convertirse en la segunda potencia mundial.
-  Las verdaderas tormentas mentales que pueden sufrir por los conflictos que tantas  obligaciones, algunas de ellas contradictorias, les planteaban.

Como ejemplos de las obligaciones, los kamikazes (kami-dios kaze-viento) eran soldados que se sacrificaban estrellando aviones cargados de explosivos contra barcos, debido a que cumplian con su codigo. Igualmente, los soldados vencidos en batalla y capturados se suicidaban pues no soportaban la vergüenza de ello.
Como ejemplo más claro, los japoneses que habían luchado tan salvajemente contra los americanos de la noche a la mañana pasaron a ser huéspedes hospitalarios simplemente porque el emperador lo ordenó al firmar la rendición.

Muchas gracias si has conseguido llegar hasta aquí, se que es un poco difícil de entender, pero con paciencia todo es posible... o eso dicen...
Y como me siento generoso os dejo un vídeo que me enseño uno del Celta:
(no tiene que ver con Japón y cualquier parecido del cantante con un samurai es que os habeis tomado alguna copa de más)


8 comentarios:

  1. Yeah, gracias Chema, lo edito, para que se salga de ancho! ¡Hala Celta!

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  2. Como curiosidad, el mikado es el término antiguo para referirse al emperador de Japón, cuya dinastía es la más antigua que sige vigente hoy en día, que se remonta a los siglos IV y V dC.

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  3. Pero Chema, estando el video ¿quien se va a leer la entrada? XD

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  4. Es larguisima!Pero habrá que leersa algún día!

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  5. Me muero de risa (sarcasmo)(como esto es un blog de clase y esta nuestra querida profesora leyendo omitire el adjetivo que os califica). Que al menos alguien se la lea, que me la he currado.

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  6. Yo ya me la he leido (mirada a los lados)...

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  7. Yo me la he leido, Chema. Curioso el tema elegido, pero la importancia de Japón en el siglo XX, y este es indiscutible.
    El parecido con el samurai, evidentemente es muy discutible.

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